Se acercan las épocas de festejos y regalos, los más organizados ya comienzan a planificar sus compras y regalos, otros lo dejan para último momento.
Cuando pensamos en un regalo, lo primero que nos preguntamos es quién será el destinatario y que tipo de regalo podría gustarle. El compromiso mental de encontrar algo ad hoc para cada uno de su círculo de amigos y familiares es muy alto, además, es momento de salir de los clásicos pijamas, pantuflas y jerséis, esperando este año conseguir al menos la talla adecuada.
Solo por esto, regalar vino puede ser una forma de salir de la banalidad y el estrés de las compras navideñas. Pero si de verdad quieres saber, comparto contigo estas razones para hacerlo, que te garantizarán dar una gran impresión y también recibir un más sincero agradecimiento.
El vino no tiene género ni edad (salvo el legal para beber alcohol )
Regalar una botella de vino no es un regalo que tenga un destinatario específico, porque todo el mundo puede amar el vino sin distinción. Claro, cortó a todos sus nietos menores de 18 años, pero yo diría que es un buen comienzo de todos modos.
Hay un vino para cada necesidad
Si quieres impresionar puedes elegir un tinto de reserva, si quieres celebrar regala un vino espumoso de alta gama, si quieres endulzar y mimar elige un un rico vino dulce. En resumen, puede oscilar entre muchas etiquetas y tipos, porque en España ciertamente no falta el vino. Y si quieres concentrarte en algo más sofisticado, el Champagne es siempre la bebida ideal.
Regalar vino es regalar una experiencia
“El vino agrega una sonrisa a la amistad y una chispa al amor”.
Se sabe que un vino en la mesa es capaz de cambiar el ambiente, bajar las tensiones y dejar que la alegría se exprese.
Un solo vaso y las almas se relajan, se preparan para recibir el placer de la convivencia y la celebración. Un buen vino no aporta solo el sabor. Te convertirás en portador de alegría y felicidad, que no se pueden perder teniendo en cuenta la época.
Puedes estar seguro de que no se dejará acumular polvo en el armario
O al menos, si no es un frasco que requiere años de añejamiento para expresarse lo mejor posible, seguro que no se olvidará en algún rincón ignorado de la casa. Siempre hay una buena razón para brindar e incluso si no eres un bebedor experto, a menudo hay amigos que te pueden ayudar. Y más aún en tiempos festivos como Navidad y Año Nuevo, no faltarán las oportunidades para beber un buen vino.
Si tienes suerte, también lo disfrutarás
Imagínese regalar una botella de vino a su colega o amigo. ¿Quién dice que en el momento en que se abra no estarás allí? Un regalo que se convierte en una oportunidad para reencontrarnos, para organizar una cena juntos o celebrar algo importante. Después de todo, la felicidad es más bonita cuando se comparte.