La aparición de manchas faciales es de lo más común. En esos momentos acudir a una clínica de dermatología en Sevilla es una de las mejores decisiones con el objetivo de mejorar el estado de tu piel. Existen diferentes tipos de manchas, siendo las más comunes las rosáceas o cuperosis, los melasmas y los lentigos.
Rosáceas
Es una afección de lo más común que causa enrojecimiento en los casos sanguíneos de nuestra cara. En ocasiones puede producir pequeños bultos de pus que duran semanas o meses para luego desapareces. En ocasiones, la rosácea puede llegar a confundirse con el acné. Suele ser muy común que aparezca en mujeres de mediana edad con la piel clara.
Las causas de esta afección son desconocidas. Pero se sospecha que podrá deberse a un problema del sistema inmunitario o a un factor hereditario. Los brotes pueden desarrollarse por:
- Consumo de bebidas calientes y comidas picantes.
- Bebidas alcohólicas.
- Temperaturas extremas.
- Exposición al sol o al viento.
- Emociones.
- Ejercicio.
- Medicamentos dilatadores de los vasos sanguíneos.
- Algunos productos cosméticos.
Melasma
Es una afección de la piel en la que las manchas tienen tonalidades marrones. Suele salir sobre todo en verano. Es más común en mujeres que en hombres y no es contagioso. Este tipo de problema no tiene cura, pero existen una serie de tratamientos para poder controlarlo.
Aparece como manchas oscuras en la zona de las mejillas y la nariz. Suelen ser pequeñas al principio pero ir creciendo con el tiempo. Se diferencia de los lunares dado que los melasmas son planos.
Para diagnosticar esta afección tenemos que acudir a una clínica de dermatología en Sevilla que pueda realizar una examinación exhaustiva de la piel. Entre las causas del melasma encontramos:
- Tener la piel más oscura.
- Estar embarazada.
- El uso de anticonceptivos.
- Predisposición genética con esta afección.
- La exposición prolongada al sol.
Lentigos
Estas manchas redondeadas tienen diferentes tonalidades de marrón a negro y pueden ir creciendo de tamaño. En general se deben a una prolongada exposición al sol, siendo de lo más frecuente. Para su prevención deberás de utilizar crema de protección solar de alta graduación.
A la hora de diagnosticarlos deberás de acudir a un profesional de la dermatología que te hará un estudio para informarte de las distintas alternativas para su tratamiento. Los lentigos pueden eliminarse utilizando:
- Criocirugía. Aplicando un spray con nitrógeno líquido sobre la lesión para quemarla.
- Cirugía láser. Quema la lesión con la aplicación de láser.
- Aplicación de cremas.
Si aparecen en tu piel manchas nuevas no dudes en acudir a especialistas de la dermatología. Bonaderma cuenta con los mejores profesionales del sector, dispuestos a ayudarte y asesorarte en todo momento sobre los cambios que pueda sufrir tu piel.