En el derecho se manejan distintos tipos de herramientas cuya función es la administración, entrega oportuna y manejo de bienes. Una de las más frecuentes es la conocida por el término anglosajón trust, ya que viene directamente del derecho inglés. Entonces, ¿qué son los trusts y cómo funcionan?
Repasemos el término en detalle, para qué sirve y las partes involucradas, así como excepciones y todo lo que involucra desde el punto de vista legal.
Definiendo a los trusts en profundidad
Concretamente, un trust es un tipo de herramienta jurídica de carácter financiero muy común en el derecho anglosajón, la cual consiste en la gestión y administración de un patrimonio, cuyos activos serán entregados a terceros por parte de un representante y con instrucciones dadas por el dueño u originador de dicho patrimonio.
En español, la contraparte más similar al trust sería el fideicomiso, con algunas diferencias, pero con el mismo propósito de dejar la gestión de un patrimonio a un tercero de confianza. Asimismo, este tipo de instrumento es muy frecuente por sus cualidades en cuanto a simpleza, flexibilidad y agilidad que se adaptan a los fines personales, financieros y patrimoniales de las partes.
Funciones que cumplen los trusts y las partes involucradas
Como se mencionó anteriormente, un trust funciona como un instrumento de gestión de un patrimonio, el cual es bastante útil en distintos casos de corte financiero y legal. Por ejemplo, a la hora de administrar una herencia, imponer usufructos, entre otras condiciones que tienen que darse para repartir un patrimonio.
Para que se dé un trust desde el punto legal y sea exitoso en la intención de gestión y administración de patrimonio, deben coexistir tres partes que son:
- Settlor: el settlor es el generador y actual dueño del patrimonio que se busca gestionar con el trust. En español se llamaría fideicomitente o también otorgante, siendo la figura que se interesa en plantear una administración de sus bienes con el trust como herramienta que ayude a hacerlo de acuerdo a sus condiciones y parámetros.
- Trustee: el trustee, llamado administrador y fideicomisario, es la parte designada por el otorgante para que lleve a cabo la gestión del patrimonio y vele porque se vea repartido de manera acorde. Usualmente, el administrador puede buscar asesoría y soporte en para llevar su labor de mejor manera, como contar con un asesor de inversiones.
- Beneficiario: los beneficiarios son aquellos individuos que tienen derecho a recibir parte del patrimonio que protege el administrador, cuando se cumplen las condiciones establecidas por el otorgante y no antes. En la mayoría de los casos, el trustee también es un beneficiario del patrimonio, aunque tranquilamente puede también no serlo.
Junto a las partes involucradas, un trust también incluye un mandato que se conoce como lista de deseos o letter of wishes, en la cual el otorgante establece las condiciones en las cuales el patrimonio puede ser gestionado y repartido de la mano del administrador. Esto incluye desde bienes raíces hasta acciones o liquidez (leer más) , al darse distintos eventos o con una cláusula de mortis causa.